Cólico del lactante

¿Llanto desconsolado? ¿Incomodidad a la hora de dormir? ¿Barriguita tensa? ¿Ceño fruncido?

En la mayoría de los casos estas preguntas están encaminadas a un posible diagnóstico: cólico del lactante.

Y lo más importante: TIENE SOLUCIÓN!!! PODEMOS AYUDAROS!!

PIEL CON PIEL

En primer lugar, vamos a explicar la importancia de este mecanismo. Nuestros bebés en el momento del nacimiento tienen que atravesar el canal del parto, esto no es tarea fácil y sufren una serie de modificaciones entre las que se encuentra la adaptación de sus estructuras craneales. En el momento del expulsivo (fase del parto en el que el bebé sale completamente), nuestros bebés se encuentran en un ambiente hostil y no conocido para ellos. En este momento pasa a adquirir el primer plano el contacto con su mamá, el llamado “piel con piel”; reconocen olor y voz y esto sumado con caricias hacen que el momento de estrés al que se han sometido baje en picado y pasen a un estado de relajación y tranquilidad por estar en su lugar seguro. Es importante destacar que, si la mamá no se encuentra en condiciones para poder realizarlo, es su pareja la que pasa a ocupar este lugar, el primer contacto con el bebé.

Aquí comienza la aventura, si este “piel con piel” no se produce correctamente o no llega a darse, el nivel de estrés del bebé continúa elevado aumentando el cortisol (hormona encargada de ello), lo que puede provocar complicaciones posteriores a la hora de la lactancia materna o de fórmula. Nuestro bebé no está tranquilo y su único mecanismo de defensa es el llanto. Su sistema de alerta (Sistema Nervioso Simpático) se encuentra activo y preparado para reaccionar. Nosotros debemos encargarnos de que estos niveles de estrés disminuyan para que la adaptación al entorno sea lo más agradable posible y se produzca un desarrollo correcto tanto físico como emocional.

Una vez explicado esto, vamos a pasar a centrarnos en el cólico del lactante y en cómo podemos modificar estos factores o reacciones si se han dado alguno de los casos descritos anteriormente.

    1. ¿En qué consiste el cólico del lactante?


      El cólico del lactante es uno de los desórdenes más comunes en recién nacidos. Consiste en un llanto desconsolado en las últimas horas de la tarde y primeras de la noche, durante horas y varios días consecutivos en la semana.

      Afecta a un 20-40% de bebés entre el nacimiento y los 6 meses. Esto puede afectar a la salud familiar por aumentar el nivel de ansiedad de los padres al no ser capaces de consolar ese llanto. También influye en el desarrollo psicomotor de nuestro bebé en los primeros meses de vida por una menor estimulación psicomotriz. Los bebés con llanto prolongado presentan peores comportamientos en muchos tests de desarrollo cognitivo entre otros.  

    1. ¿Qué lo provoca?

En consulta encontramos diversos factores que pueden estar desencadenando este patrón, a continuación, explicaremos los más frecuentes.

Acumulación de gases en las tomas

La lactancia no es tarea fácil, nos adentramos a un mundo nuevo en el que debemos adaptarnos a nuestro bebé y conocer la mejor forma de realizarlo.

Mal agarre o posición durante la lactancia

Si vemos que nuestro bebé después de las tomas se encuentra inquieto y no sabemos si es por hambre o por incomodidad probablemente estemos ante un mal agarre relacionado directamente con la posición en el momento de la lactancia. Si el sellado de sus labios no se realiza correctamente, al succionar va a introducir gases, lo que desencadenará molestias y podremos observar esa barriguita inflamada y dura.

Esto al repetirlo en varias ocasiones durante el día y durante varios días, llegaremos al punto en el que nuestro bebé percibirá una incomodidad mayor y ese llanto sea mucho más repetitivo.

Para ello, tenemos a nuestras asesoras en lactancia que os explicarán cual es la mejor forma de alimentar a nuestro bebé.

Si estas malas posiciones no se llegan a corregir, pueden desarrollar una tortícolis congénita en el bebé. La musculatura del cuello se encuentra en tensión, provocada por la necesidad de empleo de una mayor fuerza en la succión junto con el mantenimiento de la misma posición en la mayoría de las tomas. Nos daremos cuenta de que cuando tenemos a nuestro bebé tumbado, tiene un lado preferente, así como un pecho (en el caso de lactancia materna) y que, si lo colocamos hacia el lado contrario, gira su cabecita al lado en el que se encuentra más cómodo. De la misma forma que antes, esto aumentará la incomodidad y así el llanto.

Esta tortícolis puede desencadenar un aplanamiento craneal de nuestro bebé como son la braquicefalia y la plagiocefalia que si no se corrige con tratamiento, el desarrollo de nuestro bebé puede que no sea el adecuado.

Tomas rápidas

Este es un aspecto importante, la lactancia debe ser un momento placentero tanto para la mamá como para el bebé. Debemos encontrarnos en un lugar tranquilo, con una luz tenue y sobre todo, dedicarle tiempo. Si lo realizamos de forma rápida volvemos a aumentar el cortisol, y con ello el nivel de estrés de ambos por lo que favoreceremos la entrada de gases en el aparato digestivo de nuestro bebé.

Otro punto importante es fijarnos mucho en las señales tempranas de nuestro bebé. Manitas a la boca, bostezos repetitivos, lengua fuera y giro de cabeza como señal de “búsqueda” son algunas de ellas que nos indican hambre. Si las sobrepasamos, el estrés continúa aumentando lo que llevará al llanto desconsolado y en este momento la lactancia va a ser mucho más difícil.

Malas digestiones

El desarrollo del sistema digestivo no se completa hasta aproximadamente los 5 años, por lo tanto, nuestros bebés tienen un aparato digestivo inmaduro. Las bacterias encargadas de la correcta digestión no están actuando completamente por lo que pueden desencadenarse malas digestiones y esto provocar incomodidad en nuestro bebé así como estreñimiento.

En estos casos, además del tratamiento que describiremos a continuación, destacamos la importancia de los probióticos como medio de mejora del desarrollo de la flora intestinal.

    1. ¿Cómo podemos tratarlo?

En nuestras sesiones, en primer lugar, mediante técnicas específicas vamos a disminuir ese nivel de estrés elevado, vamos a incidir en el Sistema Nervioso Parasimpático, en el nervio Vago (encargado de mantenernos en una situación de tranquilidad) para que de esta forma nuestro bebé lo capte como un medio seguro. Estas técnicas pasarán a ser muy importantes en casa, por lo que os las enseñaremos para que seáis capaces de realizarlas de manera correcta.

En segundo lugar, mediante terapia manual vamos a conseguir reducir la tensión acumulada en toda la musculatura del cuello y cintura escapular de nuestro bebé de forma que la lactancia sea cómoda y la movilidad de la cabecita se realice de forma correcta hacia todas las direcciones.

En tercer y último lugar, vamos a incidir en el sistema digestivo, con diversos ejercicios y masajes conseguiremos relajar la barriguita de nuestro bebé y aumentar el peristaltismo (movimiento del tracto intestinal para el paso de los alimentos a través de él), reduciendo el estreñimiento y mejorando la eliminación de los gases.

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